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El déficit calórico: La guía definitiva para Perder Peso

El déficit calórico es un concepto fundamental en la pérdida de peso y la composición corporal. Es la cantidad de calorías que consumimos en comparación con la cantidad de calorías que nuestro cuerpo necesita para mantener su peso actual. En otras palabras, es la diferencia entre el consumo de energía y el gasto de energía. Cuando nuestro cuerpo consume menos calorías de las que necesita, se crea un déficit calórico.


El déficit calórico es una herramienta poderosa para ayudarnos a perder peso y mejorar nuestra salud. Cuando nos encontramos en un déficit calórico, nuestro cuerpo utiliza la grasa almacenada como fuente de energía, lo que resulta en una pérdida de grasa y, por lo tanto, una disminución en nuestro peso.


Sin embargo, también es importante tener en cuenta que el déficit calórico no es la única forma de lograr la pérdida de peso o mejorar nuestra composición corporal. También hay otros factores que pueden influir en nuestra capacidad para lograr nuestros objetivos, como la calidad de los alimentos que comemos, la cantidad de actividad física que realizamos y la consistencia en nuestras elecciones de estilo de vida.




La ciencia detrás del déficit calórico


La base científica del déficit calórico se basa en la ley de la termodinámica, que establece que la energía no puede ser creada ni destruida, solo puede ser transformada de un tipo a otro. En términos de nuestro cuerpo, esto significa que si consumimos más energía (calorías) de la que gastamos, esa energía extra se almacenará en nuestro cuerpo, principalmente en forma de grasa. Por el contrario, si consumimos menos energía de la que gastamos, nuestro cuerpo debe obtener la energía que necesita de nuestras reservas de grasa, lo que lleva a la pérdida de peso.


El proceso de pérdida de peso a través del déficit calórico ocurre cuando nuestro cuerpo descompone las células grasas almacenadas (triglicéridos) en ácidos grasos y glicerol, que luego se convierten en energía utilizable. Este proceso se llama lipólisis.


La cantidad de energía que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente varía según factores individuales, como el peso, la altura, la edad, el sexo y el nivel de actividad física.


Es importante destacar que el déficit calórico no es una solución única para todos. No todos los cuerpos responden de la misma manera a un déficit calórico y la tasa de pérdida de peso puede variar según factores genéticos y metabólicos. Además, es fundamental tener en cuenta que un déficit calórico demasiado extremo puede tener consecuencias negativas para nuestra salud, como la pérdida de masa muscular, la disminución del metabolismo y la malnutrición.


Por lo tanto, es esencial encontrar un enfoque equilibrado y sostenible para crear un déficit calórico que nos permita lograr nuestros objetivos de pérdida de peso sin poner en riesgo nuestra salud.



Cómo calcular el déficit calórico para la pérdida de peso


Calcular el déficit calórico es un paso esencial en el proceso de pérdida de peso, ya que nos permite determinar cuántas calorías debemos consumir para alcanzar nuestros objetivos. El primer paso para calcular nuestro déficit calórico es determinar nuestra tasa metabólica basal (TMB), que es la cantidad de energía que nuestro cuerpo necesita para funcionar en reposo. La TMB puede calcularse utilizando diferentes fórmulas, como la ecuación de Harris-Benedict o la ecuación de Mifflin-St Jeor. Ambas fórmulas tienen en cuenta el peso, la altura, la edad y el sexo.


Una vez que hayamos calculado nuestra TMB, el siguiente paso es estimar nuestras necesidades calóricas totales diarias (TDEE, por sus siglas en inglés) teniendo en cuenta nuestro nivel de actividad física. Esto se puede hacer utilizando una tabla de actividad física, que asigna un factor de actividad (FA) a diferentes niveles de actividad, desde sedentario hasta muy activo. Multiplicamos nuestra TMB por nuestro FA para obtener nuestras necesidades calóricas totales diarias.


Finalmente, para crear un déficit calórico, debemos restar un porcentaje de nuestras necesidades calóricas totales diarias. Para una pérdida de peso segura y sostenible, generalmente se recomienda un déficit del 20-25%. Por ejemplo, si nuestras necesidades calóricas totales diarias son de 2,500 calorías, un déficit del 20% sería de 500 calorías, lo que nos daría un objetivo diario de ingesta calórica de 2,000 calorías.



Importancia de los macronutrientes en un déficit calórico


Los macronutrientes son los nutrientes que nuestro cuerpo necesita en grandes cantidades para funcionar correctamente: proteínas, carbohidratos y grasas. Durante un déficit calórico, es importante asegurarse de que estamos consumiendo suficientes macronutrientes para mantener nuestra salud y evitar la pérdida de masa muscular.


Las proteínas son especialmente importantes durante un déficit calórico, ya que ayudan a mantener la masa muscular y a prevenir la pérdida de músculo. Además, las proteínas tienen un efecto térmico más alto que los carbohidratos y las grasas, lo que significa que nuestro cuerpo quema más calorías digiriéndolas. Se recomienda consumir al menos 1 gramo de proteína por libra de peso corporal al día durante un déficit calórico.


Los carbohidratos y las grasas también son fundamentales durante un déficit calórico, ya que proporcionan energía y ayudan a nuestro cuerpo a funcionar adecuadamente. Sin embargo, es crucial elegir fuentes de carbohidratos y grasas saludables y limitar el consumo de alimentos procesados y azúcares refinados.


Es importante recordar que no todos los macronutrientes son iguales en términos de calorías. Las proteínas y los carbohidratos contienen 4 calorías por gramo, mientras que las grasas contienen 9 calorías por gramo. Por lo tanto, es relevante tener en cuenta el equilibrio de macronutrientes en relación con el número total de calorías consumidas para evitar consumir demasiadas calorías.


Estrategias para crear un déficit calórico



Hay varias estrategias que podemos utilizar para crear un déficit calórico efectivo. Aquí hay algunos ejemplos:


  1. Controlar las porciones: es importante prestar atención a las porciones de los alimentos que estamos consumiendo y tratar de comer porciones más pequeñas. Esto puede ayudarnos a reducir la cantidad de calorías que consumimos.

  2. Comer alimentos ricos en fibra: los alimentos ricos en fibra, como las frutas, las verduras y los granos enteros, pueden ayudarnos a sentirnos más llenos y satisfechos, lo que puede ayudarnos a reducir la cantidad de calorías que consumimos.

  3. Limitar los alimentos procesados y las bebidas azucaradas: los alimentos procesados y las bebidas azucaradas suelen ser ricos en calorías y bajos en nutrientes. Limitar su consumo puede ayudarnos a reducir la cantidad de calorías que consumimos.

  4. Planificar las comidas: planificar las comidas con anticipación puede ayudarnos a evitar comer en exceso y a tomar decisiones más saludables. También podemos controlar mejor las calorías que consumimos si preparamos nuestras propias comidas en lugar de comer fuera.

  5. Utilizar un contador de calorías: utilizar una aplicación o un contador de calorías puede ayudarnos a realizar un seguimiento de la cantidad de calorías que estamos consumiendo y a controlar mejor nuestro déficit calórico.


Déficit calórico y ejercicio físico


El ejercicio físico puede ser una herramienta valiosa para ayudarnos a crear un déficit calórico. Al realizar actividad física, nuestro cuerpo quema calorías adicionales, lo que puede ayudarnos a crear el déficit calórico necesario para perder peso.


Además, el ejercicio físico tiene otros beneficios para la salud, como la mejora de la función cardiovascular, la reducción del estrés y la mejora del estado de ánimo. Es importante elegir un tipo de actividad física que disfrutemos y que sea segura y adecuada para nuestro nivel de condición física.



Es importante tener en cuenta que el ejercicio físico no es una solución única para todos. Al igual que con el déficit calórico, es importante encontrar un enfoque equilibrado y sostenible para el ejercicio físico que nos permita lograr nuestros objetivos de pérdida de peso sin poner en riesgo nuestra salud.


Superar las mesetas en el déficit calórico


Las mesetas en el déficit calórico pueden ocurrir cuando nuestro cuerpo se adapta a un nivel particular de ingesta calórica y gasto de energía, lo que puede resultar en una disminución en la tasa de pérdida de peso. Para superar las mesetas en el déficit calórico, podemos probar algunas estrategias, como:

  1. Ajustar nuestra ingesta calórica: si hemos estado siguiendo el mismo nivel de ingesta calórica durante un período prolongado de tiempo, podemos intentar reducir un poco más nuestra ingesta calórica para reanudar la pérdida de peso.

  2. Aumentar la actividad física: aumentar la cantidad o intensidad de nuestro ejercicio físico puede ayudarnos a quemar más calorías y reanudar la pérdida de peso.

  3. Cambiar nuestra rutina de ejercicio: cambiar nuestra rutina de ejercicio puede ayudarnos a desafiar nuestro cuerpo de nuevas maneras y estimular la pérdida de peso.

  4. Tomar un descanso: a veces, tomar un descanso de nuestra dieta y rutina de ejercicio puede ser beneficioso para nuestro cuerpo y mente. Esto puede ayudarnos a reducir el estrés y mejorar nuestra motivación para continuar con nuestro plan de pérdida de peso.



Mantener la pérdida de peso después de alcanzar el déficit calórico


Mantener la pérdida de peso después de alcanzar el déficit calórico puede ser tan importante como lograr la pérdida de peso en sí. Para mantener la pérdida de peso, es importante seguir haciendo elecciones saludables y mantener un equilibrio entre la ingesta calórica y el gasto de energía.


Algunas estrategias para mantener la pérdida de peso incluyen:


  1. Mantener una dieta equilibrada y saludable: seguir consumiendo una dieta rica en nutrientes y limitar el consumo de alimentos procesados y azúcares refinados.

  2. Mantener una rutina de ejercicio físico: continuar con una rutina de ejercicio físico regular para mantener el gasto de energía y la salud cardiovascular.

  3. Realizar un seguimiento del peso: realizar un seguimiento regular del peso puede ayudarnos a detectar cualquier aumento de peso temprano y tomar medidas para corregirlo.

  4. Establecer objetivos a corto y largo plazo: establecer objetivos a corto y largo plazo nos puede ayudar a mantenernos motivados y enfocados en nuestros objetivos de pérdida de peso a largo plazo.

Mitos comunes sobre el déficit calórico


A pesar de que el déficit calórico es un concepto relativamente sencillo, existen muchos mitos y conceptos erróneos sobre él. En esta sección, vamos a explorar algunos de los mitos más comunes sobre el déficit calórico y aclararlos para que podamos tener una comprensión más precisa de este concepto.



Uno de los mitos más comunes sobre el déficit calórico es que debemos reducir drásticamente nuestra ingesta calórica para perder peso rápidamente. Si bien reducir nuestra ingesta calórica es necesario para alcanzar el déficit calórico, hacerlo de manera drástica puede tener efectos negativos en nuestra salud y bienestar. Es importante encontrar un equilibrio adecuado entre el déficit calórico y la ingesta calórica suficiente para mantener nuestras necesidades nutricionales.


Otro mito común sobre el déficit calórico es que debemos evitar ciertos grupos de alimentos, como los carbohidratos o las grasas, para perder peso. En realidad, no hay ningún grupo de alimentos que debamos evitar por completo para perder peso. Lo fundamental es seguir una dieta equilibrada y variada que incluya una amplia variedad de alimentos nutritivos.


Un tercer mito común sobre el déficit calórico es que debemos hacer ejercicio de alta intensidad todos los días para perder peso. Si bien el ejercicio es crucial para la pérdida de peso, no es necesario realizar ejercicios de alta intensidad todos los días. Lo importante es encontrar un tipo de actividad física que disfrutemos y que podamos mantener a lo largo del tiempo.





Es importante entender que alcanzar y mantener el déficit calórico a largo plazo requiere un enfoque integral que incluya una dieta equilibrada, actividad física regular y un enfoque de cambio de hábitos a largo plazo.



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